Hay distintas posturas al respecto, todas tienen sus pros y sus contras. Se sabe que la leche materna brinda naturalmente al recién nacido un sistema de anticuerpos para el combate de enfermedades. También fortalece la vinculación afectiva en la díada madre/bebé con sus múltiples beneficios para un sano desarrollo infantil.
Hay madres que prolongan la libre demanda a los 3, 6, 12 o 18 meses…hay otras que ofrecen pecho a los 2 y 3 años. En etapas tardías la leche ya no ofrece un aporte nutricional, sino que el niño calma su llanto, enojo, ansiedad acercándose al pecho materno.
Los padres deben saber que entre los 2 y 3 años el niño ha pasado ya a la etapa de “separación/individuación” y toca usar la fuerza del berrinche para poner distancia de mamá usando su fuerza de voluntad y poder consolidar así su propia Identidad del YO.
Por ello es importante informarse a profundidad sobre el tema y tomar las mejores decisiones en beneficio de toda la familia.